lunes, 21 de marzo de 2016

Tu recuerdo es para mí, El laberinto encantado, Destellos de poesía.





TU RECUERDO ES PARA MI

Tu recuerdo es para mi
algo que llevo conmigo
desde que te concebí 

Tu sonrisa es para mi
la alegría de mi vida
y mis sueños por cumplir.

Tu mirada es para mi
el espejo en que me miro
cada día de mi existir.

Tu palabra es para mi
esa dulce melodía
que suena dentro de mi.

Tu ausencia es para mi
un sin fin de sentimientos
que trato de describir.

Tu enseñanza es para mi
un trocito del camino
que contigo recorrí.

Tu camino es para mi
la senda del pensamiento
por todo cuanto aprendí.


Rosario Romero Morillas, poema a mi hijo 15- 12- 2003





EL LABERINTO ENCANTADO

Tengo un laberinto
dentro de mi alma
por el cual caminan
solas las palabras.


En el busco un duende
escondido y perdido,
por el firmamento
de lo incomprendido.

Pero siempre encuentro
momentos intensos
que fueron vividos
para ser escritos...

Recuerdos perpetuos
donde no hay olvido,
y un cuento de hadas
se queda con migo.

En el laberinto
encantado en que vivo,
donde tienen alas
los versos que escribo,


Rosario Romero Morillas 24-11-2003





DESTELLOS DE POESÍA

Entre la sombra y la luz
entre la noche y el día,
hay una estrella que brilla
con destellos de poesía.

Mientras la loca en un globo
a la luna se subía,
como si fuese una niña
con su infantil fantasía.

Para regar con estrellas
las injusticias que veía,
desde el azulado cielo
y nubes que la mecían. 

Mientras soñaba despierta
con las cosas que vivía,
y como no le gustaban
a la luna se subía...

Decían que estaba loca
porque no la conocían,
ni sabían los misterios
que la loca conocía...

Simplemente no entendían
que cuando tenia que llorar,
la loca siempre reía
y a la luna se subía...

Porque allí la comprendían
las estrellas que brillaban,
con celestes melodías
y destellos de poesía...

Y la luna la abrazaba
con su clara fantasía,
en las noches que la loca
entre versos se mecía...

Y cantaba desde el alma
las estrofas de la vida,
canciones desesperadas
que nadie las entendía.

Solo la luna plateada
que le hace compañía,
en cada noche estrellada
mientras derrama poesía.





Rosario Romero Morillas. 22-10-2015

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